El peso de las creencias: ¿quién dijo riesgo?

Álvaro Lana

Álvaro Lana, director de Abante en Zaragoza, escribe sobre la relación entre miedo y riesgo y el efecto que tienen, junto con el peso de las creencias, en la toma de decisiones de inversión. En una tribuna publicada en el Heraldo de Aragón y titulada “El peso de las creencias: ¿quién dijo riesgo?”, Lana destaca que “a superar el miedo al riesgo ayudan el conocimiento, el aprender a desarrollar procesos racionales de análisis y el consejo de los expertos”

“Muchas veces los miedos adquiridos tienen mucho que ver con la herencia, con las creencias”, subraya el director de Abante en Zaragoza. Es lo que hay detrás de expresiones como: “Con el ahorro de la jubilación mejor no arriesgar” o “la inversión en ladrillo es mucho más segura que en bolsa”. Sin embargo, “tenemos que preguntarnos qué es el riesgo y si estas creencias tienen una base racional”.

Lana explica que en el ámbito de las inversiones, el riesgo se suele identificar con la volatilidad, es decir, con las fluctuaciones en los precios de los activos. “Aquí, la volatilidad es el precio de la rentabilidad y rentabilidad y riesgo son las dos caras de la misma moneda”. Y añade que hay que tener en cuenta que siempre que invertimos asumimos, de entrada, el riesgo que suponen el coste de oportunidad y el de inmovilizar el dinero. En este sentido, hay activos con mayor liquidez que nos ayudan a mitigar estos dos efecto, pero “el problema de dicha liquidez es que los precios fluctúan y no podemos saber en qué sentido o cuándo lo harán”. Y esta incertidumbre es la que nos provoca miedo.

Lana subraya que “ser conservadores en exceso con nuestro ahorro cuando este debe servirnos para cubrir un objetivo a largo plazo, como podría ser, por ejemplo, la jubilación, puede suponer un riesgo mayor que el de sufrir caídas puntuales a corto plazo. Este miedo al riesgo puede llevarnos a tomar decisiones que no son adecuadas, como dejarlo en una hucha y que, con el efecto de la inflación, ese dinero haya perdido gran parte de su valor”. Por eso, concluye Lana, es importante que el inversor analice los riesgos de las inversiones teniendo, siempre, en cuenta cuál es su objetivo de inversión y el plazo para el mimos.

Aquí podéis leer el artículo completo