Hay que recapacitar sobre qué tipo de inversor somos

Ángel Olea, director de inversiones en Abante, escribe en la tribuna de los fondos de Cinco Días sobre cómo está siendo la gestión en el año 2018, con la renta fija llevándose la peor parte: “Los fondos más conservadores sufren el peor semestre en mucho tiempo y podemos observar fondos garantizados que pierden más de un 4% en el año al tener que poner a precios de mercado su cartera de bonos italianos”.

En cuanto al comportamiento de la renta variable, Olea destaca que, lo más probable, es que el inversor esté perdiendo dinero puesto que, a excepción de la bolsa estadounidense, los números rojos están siendo los protagonistas en el resto de bolsas. Y, en cuando a sectores, explica que si estás invertido en tecnológicas estás bien, al contrario de lo que está sucediendo con los valores bancarios o con los coches.

En este sentido, Olea comenta que este ejercicio está siendo un año de grandes divergencias, lo que nos lleva a replantearnos qué tipo de inversores somos. Así, sostiene que no cree que haya un único método para invertir con éxito y que una de las claves es la diversificación, para evitar, además, los efectos que las emociones juegan en las decisiones de inversión.

“Tendemos a comprar cuando las cosas van bien y a vender cuando van mal. Una forma de intentar minimizar estos posibles accidentes es a través de una razonable diversificación de las inversiones. Si nuestra apuesta como inversores es muy concentrada, en valores, sectores, gestores… probablemente apuntemos a un objetivo elevado, pero también más susceptible de sufrir reveses serios y de vernos tentados a vender en un mal momento”, explica.