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EL MUNDO PARA ABANTE

La organización del relevo generacional, clave para el futuro de la empresa familiar

Solo el 30% de las empresas familiares cuenta con un plan sucesorio, por lo que no es de extrañar que únicamente el 9% llegue a la tercera generación. Para su continuidad, el asesoramiento global resulta clave: a las cuestiones empresariales hay que añadir, además, las familiares y las personales. La complejidad crece.

POR UE STUDIO

En España, el 89% de las empresas son negocios familiares, según datos del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Esto es, reúnen tres condicionantes: ser propietarias del negocio, desempeñar labores ejecutivas y directivas y -no menos importante- tener una vocación de continuidad en el tiempo. Si desgranamos aún más el anterior porcentaje, las pequeñas empresas suponen casi la mitad de los negocios familiares (47%), las medianas representan el 26% y las grandes, el 27%, de acuerdo con el Informe de Empresa Familiar 2021, publicado por el IEF en junio de este año. Es más, somos el país europeo con mayor cuota de empresas familiares, que generan casi el 70% del empleo en el sector privado, tal y como establece la European Family Businesses (EFB).

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Este tipo de organizaciones, como todas, tiene sus peculiaridades, que residen en su propia naturaleza, con todas las fortalezas y debilidades que esto conlleva. Las empresas familiares son más resistentes a la pérdida de empleo en los periodos de crisis, más estables porque acumulan menos deuda -al asumir menos riesgos- y -muy importante- tienen unos valores propios, una forma de hacer las cosas con un gran componente emocional que, si se gestiona bien, se convierte en una gran ventaja competitiva. Además, son especialmente apreciadas por los consumidores, ya que las consideran cercanas. Por contra, entres sus debilidades, destaca la habitual ausencia de planificación, sobre todo, en lo que se refiere a la sucesión. "Solo el 30% de las empresas familiares tiene un plan sucesorio y únicamente el 10% lo tiene por escrito", señala Belén Alarcón, socia directora de asesoramiento patrimonial de Abante Asesores.

La sucesión, una decisión de hoy

El último estudio del IEF revela que solo un 9% de las empresas familiares llega a la tercera generación y apenas un 1%, a la cuarta. Actualmente, el liderazgo del 43% de las compañías se encuentra en la segunda generación. Por lo tanto, aunque las empresas familiares representan la mayoría del tejido empresarial de nuestro país, su esperanza de vida es más baja que la de otras empresas.

Belén Alarcón, socia directora de asesoramiento patrimonial de Abante Asesores, y Pablo Márquez de Prado, socio de asesoramiento corporativo de Abante Asesores

La principal razón reside en que dos sistemas antagónicos, familia y empresa, en principio no destinados a entenderse, están obligados a la convivencia. La complejidad crece aún más cuando añadimos a la ecuación un tercer factor: la propiedad. Por eso, organizar el relevo generacional en la empresa familiar es clave para su continuidad, no exenta de dificultades: a las cuestiones empresariales hay que añadir las familiares y las personales. "No podemos creer que la sucesión es algo que tenemos que pensar en el futuro. Las decisiones que tomamos en el presente son vitales para garantizar el futuro de la empresa familiar y evitar conflictos a largo plazo", destaca Pablo Márquez de Prado, socio de asesoramiento corporativo de Abante Asesores.

Un plan estratégico global

En esa difícil convivencia de tres mundos (familia, empresa y propiedad) que se da en las empresas familiares, recibir asesoramiento financiero de manos de un experto resulta clave para lograr el éxito, y futuro, de este tipo de compañías. Abante Asesores trabaja para que así sea y ofrece un servicio diferencial que aúna un proceso completo en el que intervienen equipos que trabajan sin conflictos de interés y que analizan, tanto la situación personal de los diferentes miembros de la familia y de esta en su conjunto, como los aspectos empresariales. La experiencia de la entidad financiera prestando, simultáneamente, servicios adicionales de asesoramiento patrimonial hace que esta solución global sea posible.

Abante comienza trabajando con el yo individual y su familia, ya que cada miembro toma decisiones y defiende sus intereses siguiendo principios diferentes, para, a continuación, trabajar con el yo colectivo, la familia en su conjunto. Este servicio se presta a través de un plan estratégico global para construir intereses comunes, adaptarse a los retos y conseguir el éxito financiero de la empresa, resolviendo los problemas de la familia. En definitiva, ayudándola a profesionalizarse para generar una cultura de trabajo, además de trazar un plan de sucesión, que debe ser personal y económico.

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Este texto ha sido desarrollado por UE Studio, firma creativa de branded content y marketing de contenidos de Unidad Editorial, para ABANTE.

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