Inversión

Sólo 2,5 de cada 10 euros invertidos en fondos españoles son socialmente responsables

Fondos socialmente responsables
Inversión ESG.
Laura Piedehierro
  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

El patrimonio de los fondos españoles que invierten bajo parámetros de responsabilidad social y medioambiental alcanza los 68.246 millones de euros, según datos de Vdos. Representan por tanto un 21,5% del patrimonio total, que roza los 317.000 millones, lo que implica que 2,5 de cada 10 euros invertidos en fondos en España cumplen con criterios ESG. Por ahora, el rendimiento de los “más verdes” es negativo en este 2022.

Si se tienen en cuenta las cifras ofrecidas por la plataforma de datos, a fecha de 28 de marzo, el patrimonio de los fondos españoles socialmente responsables se ha reducido en 424 millones respecto al cierre de 2021, ya que el patrimonio perdido a consecuencia de la evolución negativa de las carteras (-2.681 millones) supera al ganado gracias a las entradas netas de dinero (2.256 millones).

A pesar de ello, la cuota de los fondos ESG respecto al total crece en casi casi tres décimas, hasta ese 21,5%. Por tanto, la mayoría de la tarta (78,5%) la representan fondos que no invierten bajo criterios socialmente responsables. El patrimonio de estos últimos se ha reducido en los tres meses que van de 2022 en 6.760 millones, hasta los 248.720, de nuevo como consecuencia del rendimiento negativo de las inversiones (-7.970 millones) frente a las captaciones netas registradas (1.208 millones).

Los fondos de inversión españoles más sostenibles

En marzo de 2021 entró en vigor el reglamento europeo SFDR, acrónimo de Sustainable Finance Disclosure Regulation, sobre divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros, que establece tres categorías para clasificar los fondos de inversión. La primera– Artículo 6 – se aplica a productos que no consideran riesgos ESG como parte del proceso de inversión o que directamente se declaran expresamente como no sostenibles.

En la segunda – Artículo 8 – se encuentran los productos que, aunque no cuentan con un objetivo de sostenibilidad específico, sí buscan promover las características ESG. Son los conocidos como fondos “verde claro”. La última de ellas – Artículo 9 – se reserva para los fondos “verde oscuro”, aquellos que cuentan con un objetivo sostenible claro que además detallan la forma de conseguirlo.

A cierre de 2021, había 156 fondos registrados en la CNMV que cumplen con las especificaciones del Artículo 8, mientras que sólo seis estaban inscritos bajo el Artículo 9. En total, el listado del regulador español está formado por 1.536 fondos.

Los fondos “verde oscuro” cerraron 2021 con un patrimonio de 3.284 millones, sólo el 1% del total, según datos de Inverco. Principalmente enfocados a la renta fija, entre ellos se encuentran productos de Caixabank, uno de Abante y un fondo de inversión libre de Magallanes. Las rentabilidades en lo que va de año, según Morningstar, rondan el -6%.

La guerra en Ucrania, punto de inflexión

La invasión rusa de Ucrania ha supuesto un punto de inflexión también para la inversión socialmente responsable. Mientras que Bruselas ha propuesto que la energía nuclear y el gas natural sean consideradas sostenibles, Bloomberg señalaba que a nivel mundial fondos ESG tenían 8.300 activos rusos justo antes del inicio del conflicto, con exposición a compañías como Gazprom, Rosneft y Sberbank.

Javier Garayoa Arruti, director general de Spainsif, defiende que “las políticas verdes adquieren una mayor relevancia, en la medida en que el conflicto de Ucrania ha evidenciado la necesidad de avanzar en la transformación del modelo energético, evitando las dependencias de terceros y controlando el impacto en la factura de la energía para los ciudadanos”. Pierre Abadie, climate director de Tikehau Capital, ve “un creciente interés por la inversión de impacto, simplemente porque el impacto impone la definición de un «propósito» para las estrategias de inversión, de modo que el flujo de inversión puede encauzarse con un objetivo y un significado definidos. También es probable que se preste más atención al «riesgo país” o al “comportamiento ESG del país».

La gestora Federated Hermes resalta que “en los últimos tiempos hemos asistido a un aumento significativo de fondos socialmente responsables, ya que los gestores de inversiones tratan de demostrar que invierten en lo que es «verde». Sin embargo, advierten de que “el exceso de demanda de emisores con un alto rendimiento en materia de ESG conducirá a una burbuja y, en consecuencia, a una menor inversión en esta temática”. Por el contrario, defienden que el interés por los gestores de fondos que “integran de forma creíble estos criterios, que son importantes para el rendimiento y el riesgo en la toma de decisiones de inversión”, seguirá aumentando.

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