El nuevo papel de las mujeres ante las decisiones de inversión

Las mujeres estamos avanzando en muchos frentes, pero aún tenemos que trabajar en el de las finanzas y las inversiones. En un entorno cambiante como el actual, en el que alcanzar nuestras metas y conseguir la independencia económica es más complicado y depende más de nosotros, la mujer debe cambiar el enfoque y prestar más atención a los grandes números.

Las mujeres “representan la revolución silenciosa”, como concluye un informe de Boston Consulting Group en que se afirma que “la economía de las mujeres representa el mayor grupo emergente de riqueza en el horizonte”. Cada vez hay un mayor número de mujeres que acumula más patrimonio por su mayor esperanza de vida y su creciente incorporación al mercado laboral, comentó Gadea de la Viuda, socia fundadora de Abante y directora general, durante una presentación sobre el papel de la mujer ante la toma de decisiones de inversión.

Durante el encuentro celebrado el  30 de junio, De la Viuda repasó algunos datos sobre las mujeres. En España el 50% de los hombres alcanza los 83 años de edad, de media, mientras que el 50% de las mujeres llega a los 88 años. Estos cinco años más tienen consecuencias sobre la planificación de la inversión: puede implicar, para un mismo nivel de gasto futuro, un incremento del esfuerzo de ahorro del 27%.

Mujeres y esfuerzo de ahorro

De la Viuda comentó que “nos encontramos con muchos casos en los que la inversora  nos dice: no me considero una experta, no soy buena con los números o es un tema que me aburre”. Sin embargo, las mujeres necesitamos tomar el control de las inversiones, ya que el mundo ha cambiado mucho y el entorno actual se caracteriza por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Necesitamos tener un enfoque claro y un propósito.

¿Por dónde empiezo?

En este punto podemos preguntarnos: “¿Por dónde empiezo? ¿Dónde y cómo invierto?”. Belén Alarcón, socia y directora de Planificación patrimonial destacó la importancia de tener un plan, para evitar malas decisiones basadas solo en las emociones, para poner el foco en nuestro objetivo vital. “En el 80% de los casos, cuando tienes un plan, la decisión de inversión inicial cambia”.

Alarcón puso algunos ejemplos prácticos para desmontar algunas ideas preconcebidas, como que los depósitos son una inversión segura, que con el ladrillo nunca pierdes o que con el dinero para la jubilación es mejor ser conservador. Pero “ser conservadores ya no nos vale si queremos evitar perder poder de compra, hay que cambiar el concepto del riesgo, que es no conseguir aquello que queremos”, dijo.

Así, tenemos que preparar nuestro propio plan, partiendo de cuáles son nuestros objetivos. Debemos determinar cuál es su coste (dar una buena educación a los hijos, montar nuestro propio negocio, jubilarnos con un determinado nivel de vida, etc.), cuál es nuestra situación y cuánto podríamos ahorrar para determinar la rentabilidad objetivo que deberemos buscar.

Finalmente, Marta Campello, socia y Asset Manager, explicó cómo trabajar para conseguir esa rentabilidad objetivo. Dijo que “el mercado no ve venir las crisis y, por eso, hay que estar preparados para minimizar su impacto cuando lleguen”. Dado que el mundo ha cambiado mucho hay que ser flexibles y adaptarse a las circunstancias del mercado: “No valen las recetas de siempre”.

Campello señaló que, por eso, es importante conocer las oportunidades de inversión que nos ofrecen los mercados en todo el mundo y saber reconocer los riesgos. Es básico diversificar, ir de la mano de los mejores gestores, aplicar disciplina, rigor y sentido común y olvidarse del retrovisor (lo que funcionó en el pasado no tiene por qué funcionar en el futuro). “No hay recetas mágicas”, concluyó.