La hoja de ruta de la empresa familiar debe alinear los intereses de sus miembros con el proyecto

Las empresas familiares tienen unas necesidades específicas y unas dinámicas propias debido a la coexistencia de intereses empresariales y personales que motiva que, en ocasiones, la toma de decisiones empresariales pueda verse afectada por la dinámica del grupo familiar. Por eso es importante trazar una hoja de ruta que permita al grupo gestionar correctamente tanto el patrimonio familiar como el empresarial.

Abante organizó en Zaragoza, junto con Cuatrecasas, Gonçalves Pereira un encuentro en el que se explicaron las cuestiones a tener en cuenta a la hora de gestionar el patrimonio familiar y el empresarial, se analizaron casos prácticos y se recordaron los aspectos fiscales de los que se pueden beneficiar este tipo de empresas.

Pablo Márquez de Prado, director de Asesoramiento corporativo de Abante, explicó la importancia de la Función Objetivo, que es aquella que permite alinear los intereses de los diferentes miembros de la familia empresaria con el proyecto en el largo plazo, así como maximizar el rendimiento, tanto del patrimonio empresarial como del patrimonio personal de los integrantes del grupo. Esta Función Objetivo “es la hoja de ruta que toda familia tiene que tener definida para que la toma de decisiones sobre la empresa sea consensuada y compartida”, dijo Márquez de Prado.

Es importante que las familias empresarias tengan en cuenta que el patrimonio familiar es una suma de partes entrelazadas, deben ser conscientes de que las decisiones empresariales afectan al patrimonio familiar y viceversa, es necesario que definan bien los objetivos empresariales y los familiares y no deben descuidar nunca los aspectos fiscales, es una cuestión que se debe trabajar en paralelo al plan de negocio.

Análisis en profundidad de la situación familiar

Cuando se analiza la situación de una familia empresaria hay que valorar las relaciones y dinámicas que existen en el ecosistema compuesto por la familia, el patrimonio y la empresa: ¿Cómo es la gestión, directa o indirecta? ¿Los valores  y principios de la empresa los comparten todos los miembros de la familia? ¿La empresa genera o consume rentas? ¿El negocio es la fuente principal de ingresos o es complementaria? ¿El patrimonio es accesible o no? ¿El patrimonio familiar es suficiente para cubrir los objetivos de sus miembros o es una fuente de tensiones?

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Javier Estévez, socio de Abante.

 

Tal y como explicó Márquez de Prado, habitualmente se encuentran una serie de ineficiencias en estos grupos familiares y empresariales, como, por ejemplo, que la estructura societaria sea mejorable, que se entremezclen el patrimonio familiar con el empresarial y eso provoque políticas de inversión no alineadas, que el patrimonio sea amplio pero inaccesible y genere tensiones familiares o que la sucesión al frente de la empresa no esté organizada correctamente, entre otras.

“Las familias necesitan visualizar sus objetivos propios y los de la empresa y estar preparados para actuar”, subrayó Márquez de Prado. “Siéntate con todos los miembros de la familia y dedica un tiempo a aclarar todos los puntos”, aconsejó. En este sentido, lo primero que se debe hacer, según el experto de Abante, es establecer una foto global del patrimonio, tener en cuenta las restricciones, condicionantes y alternativas. Después, hay que definir la función objetivo de la familia y los objetivos para el patrimonio de la familia y el de la empresa. Finalmente, hay que implantar el plan de acción.

Beneficios fiscales

Respecto a la protección de la empresa familiar, no existe una normativa específica para este tipo de empresas, cuya regulación se organiza de forma interna a través del diseño corporativo y del protocolo familiar. Sin embargo, este tipo de empresas cuentan con una serie de beneficios fiscales.

La empresa familiar, siempre que cumpla determinados requisitos, puede disfrutar de la exención del impuesto de patrimonio para los bienes y derechos vinculados a una actividad económica (hasta un límite máximo de 700.000 euros, al que se pueden sumar hasta 300.000 euros de la vivienda habitual), tal y como explicó Cristian Calvo, asociado principal de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, a los asistentes al evento.

En lo que se refiere a la transmisión de la misma, cuenta, con carácter general, con una reducción en la base imponible del impuesto sobre Sucesiones y Donaciones del 95% del valor de la empresa. En el caso de Aragón es del 99%. Además, existe la exención o diferimiento del impuesto sobre las ganancias patrimoniales en el IRPF. Calvo repasó los diferentes aspectos relativos a los impuestos, desde los tipos mínimos y máximos hasta qué sucede en los casos de acumulación de donaciones y las incompatibilidades.