Carta del Gestor · Josep Prats | Agosto 2014

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03/09/2014
Josep Prats

Estimados inversores,

Para un inversor que haya empezado sus vacaciones a final de julio, alejado de las noticias del mercado y de las cotizaciones diarias, y se reincorpore al trabajo a primeros de septiembre, agosto no habrá sido un mal mes. El S&P 500 cierra el segundo cuatrimestre de 2014 en máximos históricos y el Euro Stoxx 50 recupera parte de lo perdido en el mes anterior, anotándose una revalorización mensual del 1,8%. En el caso de que el inversor haya confiado su dinero a Abante European Quality, la ganancia mensual se ha elevado al 3%. Desde su nacimiento el fondo acumula una rentabilidad del 19,9%, frente al 12,6% ganado por el índice, y desde inicios de 2014 la rentabilidad acumulada es del 3,5%, frente al 2,0% del Euro Stoxx 50.

Pero la realidad ha sido bastante más complicada de lo que muestran las cifras, punto a punto, de revalorización mensual. Iniciábamos agosto con la intervención del Banco Espírito Santo, que volvió a despertar dudas sobre la salud del sistema bancario de la zona euro en general, aunque se trataba de un caso, literalmente, muy particular. El pulso de Argentina con los tenedores de bonos, siendo una cuestión relativamente menor y, desde luego, no extraña para cualquier inversor con cierta memoria, tampoco ayudaba. La sucesión de treguas rotas en Gaza añadía leña al fuego, como lo hacía también el avance bélico del integrismo islámico en Iraq y Siria. Aunque la tensión en oriente medio ya es un fijo en las quinielas de los inversores, cuando ésta toma especial crudeza, en algo y no bueno, suele afectar a los mercados. Y, finalmente, un conflicto nuevo y potencialmente peligroso, el de Ucrania, tomaba el protagonismo y explicaba el comportamiento diferencial negativo de la bolsa europea frente a la americana.

En la primera mitad del mes las caídas bursátiles llegaron a ser importantes. El Euro Stoxx 50 volvía a cotizar por debajo de los 3.000 puntos, retrocediendo un 10% desde máximos. En ese contexto de mercado decidimos incrementar el nivel de inversión de Abante European Quality, desde el 115% que tenía a cierre de julio hasta el 125%, mediante la incorporación a la cartera de ING y comprando futuros de Euro Stoxx 50. Conocíamos ya todos los resultados empresariales del primer semestre y, en lo sustancial, no diferían del rango de previsiones que considerábamos razonable. No había cambiado nuestra expectativa de tipos de interés a largo plazo ni, en consecuencia, nuestra valoración fundamental. Todo seguía según lo previsto, excepto el precio de las acciones, que era más bajo. Por ello compramos más. Sencillamente, había una percepción de mayor riesgo, que es la explicación que suele darse cuando no cambian beneficios, ni tipos y sí lo hace el precio de las acciones.

La última semana de agosto registró una recuperación marcada de los mercados. BES ya era un problema zanjado, sin gran coste, y con la convicción de que era un caso aislado. La última tregua en Gaza era respetada. Nadie habla ya del bono argentino. Y aunque lo más preocupante, el conflicto en Ucrania, sigue sin resolver, poco a poco se va asentando la convicción de que al final se alcanzará alguna solución de compromiso.

Con el permiso de Ucrania y asumiendo que las pruebas de resistencia de la banca de la zona euro se saldarán sin grandes sorpresas negativas, seguimos confiando en que el fondo pueda cerrar el ejercicio 2014 con una revalorización de doble dígito.

Gracias por su confianza,

Josep Prats, gestor de Abante European Quality

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