El asesor financiero, clave para alcanzar nuestras metas

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14/05/2019
asesor financiero metas

¿Alguna vez has pensado cómo va a ser tu vida dentro 20 o 30 años? ¿Te has imaginado emprendiendo un nuevo proyecto profesional, volviendo a estudiar o viajando? Seguramente, en algún momento, te has planteado cómo va a ser tu futuro y qué cosas va a traer consigo. Si la respuesta a la primera pregunta es afirmativa, es muy probable que al responder la siguiente cuestión te surjan multitud de opciones, inquietudes y objetivos que poner sobre una hoja en blanco y comenzar a desarrollar: ¿voy a poder hacer todo lo que quiero?

En el actual escenario en el que nos hallamos, con vidas cada vez más largas -centenarias en muchos casos- y dudas en torno a la sostenibilidad del sistema público de pensiones, cada vez son más los españoles que miran a largo plazo y apuestan por el ahorro privado para hacer crecer su dinero, aunque, eso sí, la gran mayoría sigue siendo conservadora. Aunque no nos demos cuenta, arrastramos ciertas costumbres que tenemos interiorizadas y que nos llevan recordar episodios como los de la crisis financiera, lo que hace que, ante situaciones de incertidumbre y caídas en los mercados, optemos por los productos financieros más conservadores que apenas dan rentabilidad o, en el peor de los casos, por salirnos del mercado y dejar nuestro dinero inmóvil.

2018 fue un mal año para los mercados de renta variable de todo el mundo, lo que hizo que los depósitos ganasen más adeptos, superando, por primera vez, la barrera de los 800.000 millones de euros. Una tendencia que en el nuevo ejercicio hemos seguido observando. A pesar de que en lo que llevamos de año prácticamente todos los índices han recuperado lo que perdieron el año pasado y de que todas las categorías de fondos de inversión se encuentras en positivo, en abril se han registrado reembolsos netos por valor de 184 millones de euros y de 698 millones en todo el año. Además, desde Inverco señalan que los fondos de renta fija y monetarios son los que mayores suscripciones netas han registrado. ¿Por qué salimos del mercado cuando este cae?

La importancia de profesionalizar nuestras inversiones

Si cuando tenemos algún problema de salud acudimos al médico y cuando queremos asistencia legal demandamos los servicios de un abogado, ¿por qué no recurrimos a un asesor financiero cuando queremos poner a trabajar nuestro dinero? Profesionalizar nuestras inversiones y realizar una correcta planificación financiera que parta de nuestra situación personal y financiera y tenga en cuenta nuestro perfil de riesgo, nuestro horizonte temporal y nuestros objetivos, nos va a ayudar a sacarle más partido a nuestros ahorros y lograr los objetivos que nos habíamos marcado cuando decidimos invertir nuestro dinero.

De la encuesta de jubilación y longevidad que elaboramos en 2018 en Abante, se desprende que cada vez hay más inversores que son conscientes de la importancia de contar con un asesor financiero que les entienda y les ayude a gestionar su patrimonio. Así, entre los españoles que están ahorrando, la mitad declaró que disponía de asesoramiento personalizado para sus inversiones, sobre todo los mayores de 55 años, en los que el porcentaje roza el 70%.

¿Por qué necesitamos contar con un asesor financiero? Además de los inversores que salen del mercado cuando llegan las caídas por temor a perder más dinero, los que dejan su dinero “debajo del colchón” y los que solo apuestan por los productos más conservadores, también encontramos a aquellos que invierten por su cuenta con vistas a asegurarse una ganancia en un breve periodo de tiempo y, muchas veces, dejándose guiar por aquello que les ha dicho un familiar o un amigo que va a subir, algo que no siempre funciona ya que, como recuerda Santiago Satrústegui, presidente de Abante, nadie tiene la bola de cristal.

Aquí, además, hay que tener en cuenta otro aspecto que entra en juego: la falta de educación financiera que hay en nuestro país y el desconocimiento que existe en torno a los conceptos financieros. Por ejemplo, la encuesta de competencias financieras que realizaron el Banco de España y la CNMV reflejó que solo el 45% de los encuestados sabía qué es el interés compuesto.

La persona y el componente emocional

Asesorar es gestionar las emociones de las personas, porque pensamos que el ser humano está muy mal equipado para enfrentarse al mundo en el que vivimos y, sobre todo, al mundo de la inversión”, comenta Satrústegui. Como norma, cuando hablamos de asesoramiento financiero solemos pensar únicamente en números y en rentabilidades, sin reparar en un aspecto fundamental: el componente emocional.

Si el futuro es incierto por naturaleza, ¿cómo gestionamos nuestras finanzas y, en consecuencia, nuestras emociones? Cuando llegan momentos complejos para los mercados financieros, como, por ejemplo, el año pasado -especialmente el último mes-, es muy importante contar con un asesor financiero que nos acompañe y nos ayude a comprender qué está sucediendo y qué impacto puede tener porque, además de nuestro dinero, también hay que gestionar nuestras emociones, algo que las nuevas tecnologías, como los robo advisors, no pueden hacer.

Como en muchos otros aspectos de la vida, las decisiones de inversión no están exentas de emociones. Muchas veces solemos dejarnos llevar por nuestra parte más emocional, pensamos en el corto plazo y actuamos de forma irracional: “Cuando los mercados bajan y los precios se ponen más baratos, la gente vende más y cuando suben es cuando más se compra, esto se debe al componente emocional del inversor. Por ese motivo es necesario entender que el dinero es una parte importante de cualquier proyecto vital”, recuerda Satrústegui.

¿Por qué es tan importante la atención personalizada?

¿Tienes los mismos objetivos para el futuro que tus amigos o familiares? Seguramente no. Por ello, como cada persona es diferente, sus necesidades como inversor también lo serán.

Antes de acudir a los mercados financieros, debemos hacer un ejercicio de planificación financiera y personal con la ayuda de un asesor financiero que entienda nuestro proyecto vital, cuáles son nuestras circunstancias personales y financieras y qué queremos lograr con el dinero que vamos a invertir.