El BCE lanza un mensaje claro a Grecia

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05/02/2015

El Gobierno griego está de gira por Europa para negociar las condiciones de su deuda y este miércoles el Banco Central Europeo ha lanzado un mensaje: si no van a cumplir con los requisitos del rescate, el organismo dejará de aceptar la deuda griega como garantía en las operaciones ordinarias que sirven para que la banca helena obtenga financiación.

Pone fin así a la excepción que había hecho al admitir una deuda de baja calidad crediticia, que estaba condicionada a unas medidas de ajuste que los griegos han dicho en las urnas que no quieren cumplir. El gobierno griego que cree que la situación del país debe cambiar y quiere que sus acreedores europeos acepten una negociación de la deuda para aliviar las medidas de austeridad.

El BCE hizo público su comunicado por la tarde, después de que por la mañana su presidente, Mario Draghi, se hubiera reunido con Yanis Varufakis. Un encuentro del que el ministro de Finanzas griego salió optimista y confiado en un acuerdo con los socios europeos. La decisión del BCE supone que los costes de financiación de Grecia y de sus bancos se encarecerán.

En concreto, en su comunicado, el BCE dice que “el Consejo de Gobierno del BCE elimina la exención actual de los requisitos mínimos de calificación crediticia de los instrumentos negociables emitidos o garantizados por la República griega”. Y añade: “La suspensión se hace de acuerdo con las normas del Eurosistema, debido a que actualmente no es posible asumir una resolución exitosa de la revisión del programa griego. Esta suspensión no tiene impacto en el estatus de contrapartida de las instituciones financieras griegas. Las necesidades de liquidez de estas entidades pueden ser satisfechas por el banco central nacional correspondiente, de acuerdo con las normas del Eurosistema”.

Liquidez y negociaciones

Es decir, los bancos griegos podrán utilizar el mecanismo de Asistencia de Liquidez de Emergencia (ELA, siglas en inglés) del BCE. Esta liquidez se otorga en peores condiciones y a través del banco central griego, que sería quien asumiría el riesgo (es el país, sus ciudadanos, los que corren con el coste de un hipotético impago de la deuda o default).

La decisión de no aceptar la deuda helena como colateral será efectiva a partir del 11 de febrero. Ese día los países de la eurozona tienen previsto celebrar una reunión extraordinaria del Eurogrupo sobre Grecia. Hay que recordar, además, que a finales de este mes, el día 28, termina el plazo para renovar el rescate griego.

Pese al mensaje lanzado por el BCE, el Gobierno griego se ha mostrado tranquilo este jueves y asegura que la liquidez bancaria está garantizada. El portavoz del Ejecutivo, Gavriil Sakelaridis ha afirmado que “no hay motivo de preocupación” y considera que esta medida forma parte del proceso de negociación y es una forma de presionar a Grecia. Sin embargo, en los últimos meses las entidades griegas han sufrido una fuga de depósitos, una tendencia que se ha ampliado en enero, que podría poner en dificultades de liquidez a los bancos.

Varufakis se reúne este jueves con el ministro de Finanzas alemán, Wolfganz Schäuble. Las negociaciones continúan y serán intensas en lo que resta de mes.