Implicaciones y retos de la longevidad: por qué los trabajadores sénior son un activo al alza

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30/08/2023

En España hay cerca de 5 millones de personas activas sénior que tienen trabajo o que lo están buscando. Según un informe presentado recientemente por la fundación Adecco, la población activa mayor de 55 años ha crecido un 62% en la última década, un repunte que se explica por varios factores, pero que tiene un claro denominador común: el incremento de la esperanza de vida.

Es una realidad que cada vez vivimos más años y que lo hacemos, además, en mejores condiciones de salud. La esperanza de vida se ha más que duplicado en el último siglo en nuestro país, lo que nos convierte en uno de los más longevos del mundo. Las cifras del INE señalan que la esperanza de vida al nacimiento se encuentra en los 80,27 años para los hombres y en los 85,83 para las mujeres, mientras que la esperanza de vida a los 65 años es de 19,03 años en el caso de los hombres y de 23,07 en el caso de las mujeres (en 1991 era de 14,6 y de 18,7, respectivamente).

Tener vidas cada vez más cercanas a los 100 años nos está llevando hacia una sociedad envejecida. La pirámide poblacional se está dando la vuelta y no solo porque estemos viviendo cada vez más años, sino porque el número de nacimientos está cayendo -de hecho, en los primeros seis meses del año hemos tenido la cifra más baja desde que arrancara la serie histórica del INE, con 155.000 nacimientos-. Y este nuevo escenario con personas cada vez más mayores está impactando en todos los aspectos de la sociedad y también en nuestra vida y en cómo planificamos el futuro.

Si vivimos más años, ¿tiene sentido seguir jubilándose a los 65 años?

Desde la Comisión Europea estiman que para el año 2050 1 de cada 3 europeos será mayor de 65 años. ¿Estamos preparados para tener una sociedad con más personas sénior? La longevidad nos ha llevado a hablar de la silver economy, la llamada economía plateada que pone el foco en las necesidades y en los nuevos hábitos de consumo de las personas de más edad, ya que no van a gastar ni se van a comportar igual que las generaciones anteriores.

Este cambio generacional es algo que las empresas, los gobiernos y las instituciones no pueden pasar por alto, y que ya estamos viendo en la forma de vivir y en cómo las ciudades y los edificios se están adaptando, en las campañas de marketing de muchas empresas de consumo y servicios, en las inversiones en el sector salud y en cómo las empresas están apostando cada vez más por el talento más sénior.

El estudio de la fundación Adecco destaca que esos 4.853.400 de personas activas mayores de 55 años suponen el 20% del total de la fuerza laboral, un porcentaje que hace una década representaba el 13%. El mismo informe también refleja que no solo crece la población activa sénior, sino también la inactiva, es decir, las personas que no buscan empleo.

“El número de inactivos tiende a incrementarse cada año, particularmente desde el punto de inflexión de la pandemia, cuando no pocos trabajadores sénior se han visto abocados a la jubilación. Esto choca con la necesidad de prolongar la vida activa, en un contexto de envejecimiento sin precedentes”, explican en el estudio de Adecco, que recuerdan que la generación del baby boom, la más numerosa de la historia, está engrosando la proporción de personas sénior y, además, ya está empezando a jubilarse.

¿Queremos o podemos trabajar más allá de la edad legal de jubilación? ¿Tiene sentido jubilarse a los 65 años si vamos a vivir más años que antes y con mejor salud? Al pensar en nuestro futuro y en la jubilación que queremos tener no podemos pasar por alto que vamos a vivir más de lo que pensábamos y que si mantenemos estática la edad de jubilación vamos a pasar un tercio de nuestra vida como jubilados. ¿Vamos a contar con los recursos económicos suficientes para financiar esos años de más y mantener nuestro nivel de vida? ¿Sabemos a qué vamos a dedicar ese tiempo? ¿Tenemos un propósito?

En “El Becario”, Robert de Niro daba vida a Ben Whittaker, un viudo de 70 años que después de llevar varios años jubilado volvía al mundo profesional como becario en una startup de moda. En la película, además de romper con ciertos estereotipos asociados a la edad, al trabajo y a la jubilación, Whittaker contaba que él tenía ganas de aprender y que su edad no era un problema porque las ganas de aprender no siempre dependían de la edad.

El concepto o la idea de lo que es una persona mayor o sénior está en continua evolución. Hay quienes diferencian entre la edad cronológica -la de nuestro nacimiento- y la edad biológica -se calcula en función de más variables para medir el estado de nuestro organismo-, pero la realidad es que hay una parte social muy importante que tiene que ver con cómo nos sentimos y lo activos que llegamos a esa edad.

En ese sentido, desde el centro de investigación Ageingnomics de la fundación Mapfre sostienen que “los mayores de 55 años son un importante sector de la población que tiene capacidad para seguir realizando actividades productivas, así como una fuente de conocimiento y experiencia inigualable, y un pilar emocional y social fundamental”.

Hay que tener en cuenta que existen varias modalidades para poder compatibilizar el trabajo y la jubilación y, aunque hay ciertas profesiones que por su propia actividad no son tan compatibles con las personas de más edad, siempre existe la opción de volver a formarse, reinventarse y apostar por un cambio de carrera profesional. Porque el talento y las ganas de volver a aprender, como decía Whittaker, no dependen de la edad que tengamos.