Septiembre, una nueva oportunidad para trazar un plan personal global

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14/09/2021

Septiembre es un mes de inicios, tras el descanso del periodo estival: nuevas oportunidades, estreno de agendas y aires renovados para afrontar el nuevo curso y poner en marcha nuevas iniciativas e ideas. ¿Cuáles son nuestros objetivos para la vuelta al cole? ¿Qué queremos conseguir?

Dejar atrás las vacaciones y arrancar el curso nos permite reiniciar, cambiar las cosas, replantearnos nuestros proyectos vitales, profesionales y, también, económicos y financieros. ¿Cómo queremos gestionar nuestras finanzas? ¿Cómo encajamos nuestro plan financiero con nuestro proyecto biográfico? ¿Es el momento de empezar a invertir? ¿Debemos ajustar nuestra cartera? Muchas veces no es fácil tomar estas decisiones que tienen implicaciones en varios frentes.

Durante el ciclo de conferencias de planificación sucesoria en Abante hablamos de la facilidad con la que postergamos nuestras decisiones y de por qué nos cuesta tanto pensar en el futuro. Es lo que se denomina ‘el síndrome de las uvas’: repetir constantemente el mismo propósito, sin cumplirlo y sin pararse a pensar porqué no lo hacemos. Es decir, preocuparnos en vez de ocuparnos.

¿Y si cumpliésemos en septiembre las decisiones financieras que siempre retrasamos?

Un plan personalizado: invertir es más que dinero

Para empezar, resulta indispensable evaluar cómo arrancamos la partida, es decir, cuál es nuestra situación financiera personal y desde dónde partimos. Además, es fundamental establecer cuáles son nuestros objetivos cuando invertimos, para hacerlo de la forma más adecuada a nuestras circunstancias y necesidades, nuestro horizonte temporal, etc.

“Cuando hablamos de invertir, solemos caer en el error de pensar únicamente en números y en rentabilidades”, reflexiona Marta Rodríguez, socia y directora comercial de la oficina de Madrid de Abante. Las personas somos seres emocionales y eso se traslada a la hora de tomar decisiones relacionadas con nuestro dinero. “Estamos acostumbrados a dejarnos llevar por las modas del momento o por el producto superventas de la temporada, mientras miramos de reojo lo que está haciendo la persona que tenemos al lado y sin pararnos a pensar en si eso es realmente lo que necesitamos”, añade.

Contar con la figura de un asesor financiero que nos escuche, nos entienda y nos asesore de forma clara sobre actualidad y mercados, nos ayudará a tomar una nueva perspectiva: “Invertir es mucho más que dinero, es encontrar la rentabilidad adecuada a cada realidad y cada circunstancia”, dice Rodríguez. De esta manera, nos ayudará a establecer una estrategia financiera y patrimonial con tiempo y ajustada a cada persona.