Cuando lo improbable define el futuro

Rafael Romero, director de Abante en Málaga, reflexiona en su tribuna en El Español de Málaga, sobre cómo los eventos improbables, de gran impacto y difícilmente predecibles, marcan el rumbo del mundo más que aquello que creemos estable.
Romero destaca que nuestra necesidad de encontrar sentido y control nos vuelve vulnerables ante lo inesperado. Así recuerda: “Los sistemas, las empresas y las personas tienen capacidad de adaptación. Por ello, más que aspirar a ser robustos, deberíamos buscar ser antifrágiles. No solo resistir el caos, sino fortalecernos a partir de él”.
“Para empresarios, familias inversoras y cualquier persona, esto implica diversificar, planificar con criterio, mantener estructuras flexibles y estar preparados para actuar cuando el guion cambie. No se trata de anticiparlo todo, sino de estar listos para aprender y construir desde la incertidumbre”, señala el director de Abante en Málaga.