Invertir en infraestructuras: ¿sí o no?

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18/07/2022

En el mundo de los activos no cotizados, las infraestructuras han ido ganando poco a poco terreno en los últimos años hasta convertirse en la actualidad en uno de los sectores más demandados entre los inversores que apuestan por los activos alternativos.

Joaquín Casasús, socio y director general de la gestora de Abante, comentó en la segunda junta de partícipes de Mapfre Infraestructuras FCR, el fondo que en Abante lanzamos de la mano de Macquarie en septiembre de 2020, que hace dos años ya había un gran interés por dar acceso al inversor profesional y particular al mundo de las infraestructuras y que ahora, dos años después, en un entorno que no esperábamos de crisis energética, con los tipos de interés subiendo, la inflación al alza y la guerra en Ucrania, el apetito por las infraestructuras es todavía mayor.

¿El motivo? La inversión en infraestructuras ofrece al inversor la posibilidad de diversificar su patrimonio con rentabilidades atractivas y flujos de caja estables y lo hace, además, en un momento en el que las grandes tendencias y el boom por la sostenibilidad están haciendo que nos encontremos con enormes oportunidades de desarrollo e inversión en esta área.

Desde Macquarie explican que a “medida que crecen las poblaciones urbanas y el mundo hace la transición hacia una economía baja en carbono, existe una creciente necesidad de infraestructura de calidad”. Y es que, cuando hablamos de invertir en infraestructuras, hablamos de proyectos, activos tangibles y servicios básicos que buscan mejorar la calidad de vida de las personas y el desarrollo de las ciudades, desde las energías renovables, el manejo de residuos, agua, transporte, comunicaciones etc.

En la junta de Mapfre Infraestructuras FCR que celebramos recientemente en Abante, Juan Caño, responsable de la división de gestión de activos de Macquarie en España, comentó que es un sector que se caracteriza por su estabilidad y predictibilidad en los ingresos y en los flujos de caja que generan cada uno de los activos en los que invierte, algo que, como dijo, es muy importante, especialmente cuando vienen cambios de tendencia de ciclo

“Es un sector que ha demostrado la rentabilidad que ha generado de manera histórica, y eso no es solo por elegir el momento, sino, sobre todo, por entender los fundamentales de los modelos de negocio que se llevan a cabo en cada uno de los activos en los que invertimos”, destacó Caño.

 

Últimos años y perspectivas a futuro: ¿qué les espera a las infraestructuras?

Desde la mayor gestora del mundo en infraestructuras explicaron que el sector ha demostrado ser muy resiliente durante los meses del Covid. “Por su naturaleza prestan un servicio esencial en las comunidades en las que están operando. Los volúmenes de ingresos y las rentabilidades se han mantenido donde esperábamos que se mantuvieran, con la excepción de los activos que tenían exposición a la demanda. Lógicamente, en un momento en el que no hay movilidad es difícil que la gente use un aeropuerto, una carretera, etc.”, comentó Caño al hablar del comportamiento que tuvieron las infraestructuras durante los meses de confinamiento.

¿Y ahora? Caño destacó que la recuperación pospandemia es ya de facto una realidad y que, por ejemplo, en el sector del transporte, en el tráfico de carreteras, tanto en Europa como en Estados Unidos ya nos encontramos en niveles precovid. Y, por ejemplo, en los puertos, hemos visto otro comportamiento: “Como todos estábamos en nuestras casas pidiendo bienes de consumo a través de internet, se produjo un boom de los volúmenes que pasaban por los puertos de importación y exportación. Cuando la gente volvió a salir a la calle y cambió sus registros de consumo, esos volúmenes volvieron a estar donde estaba la media histórica”.

Sobre lo que podemos esperar a futuro y el potencial de crecimiento de los activos no cotizados que invierten en infraestructuras, Caño señaló que el Covid ha generado tres macrotendencias: la descarbonización, la digitalización y el impacto de la demografía.

Estos tres sectores ya han demostrado su potencial de crecimiento y que no se van a quedar atrás. Por ejemplo, la digitalización ha sido uno de los grandes ganadores con la pandemia y, cuando hablamos del mundo digital, nos referimos a todo lo que tiene que ver con internet, las descargas de datos desde dispositivos móviles, los data center, las torres de transmisión, etc.  “Hemos visto que el acceso a internet y el tráfico se ha multiplicado por 15 desde 2010”, comentó Caño.

Si ponemos el foco en la demografía, una de las grandes tendencias tiene que ver con el envejecimiento poblacional y con todas las oportunidades de inversión y de desarrollo que va a traer tener poblaciones envejecidas. Una realidad que ya está impactando en la industria sanitaria, en la tecnológica, en el desarrollo de las ciudades o en la economía circular y que, sin duda, seguirá creciendo.