Mujeres y Financial Life Planning

En Abante llevamos casi 15 años aplicando una metodología de asesoramiento, de tradición anglosajona, que se denomina Financial Life Planning (FLP) y que tiene por objetivo ayudar a nuestros clientes a planificar su futuro con éxito.
El FLP parte de la premisa de que, si antes de decidir dónde y cómo invertir, dedicamos un tiempo a pensar cuáles son nuestros objetivos, ganamos perspectiva y esto se traduce en que tomamos mejores decisiones de inversión –más racionales y menos emocionales-. Entender qué esperamos de nuestro patrimonio para lograr metas personales y no simplemente como un apunte contable.
En los más de 10.000 casos que hemos analizado, hemos aprendido que las mujeres adquieren un papel fundamental en la definición del plan personal y financiero que nuestra familia necesita, como los casos reales que veremos más adelante.
Las mujeres: buenas planificando, pero más conservadoras
Las mujeres somos buenas planificando. Solemos saber cuáles son los objetivos y prioridades de nuestra familia y, también, somos las que tenemos los números en nuestra cabeza: cuánto y en qué gastamos, cuánto cuestan los objetivos, cuál es el mejor momento para afrontarlos, etc. Sin embargo, a pesar de que esto es una realidad, lo curioso es que no somos conscientes de que tenemos esta habilidad y, por ello, de lo importante que es que formemos parte del proceso de inversión.
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El FLP nos hace ganar perspectiva, compromiso con nuestras finanzas y conocimiento. Sin embargo, no va a evitar que, por el camino, nos sigamos poniendo nerviosas con los vaivenes del mercado. Por este motivo, es bueno recordar que no estamos solas y que podemos contar con la ayuda de nuestro Consejero Financiero. Este nos aconsejará, nos ayudará a entender situaciones complejas y, también, a regular nuestras emociones.
En definitiva, las mujeres, generalmente, sabemos mucho mejor lo que queremos, pero dudamos mucho más a la hora de implementar los planes y elegir la estrategia de inversión adecuada. La experiencia nos dice que la mejor manera de optimizar nuestras virtudes y minimizar nuestros defectos, es realizar un FLP y saber que somos parte de un equipo.
