En El Confidencial

Aprender la diferencia entre el juego y el azar

Santiago Satrústegui, presidente de Abante, escribe en El Confidencial sobre el fenómeno GameStop y el desajuste -consciente y estudiado por inversores con conocimiento de mercado- que provocó en la bolsa estadounidense.

En este sentido, Satrústegui analiza el caso de las grandes subidas en bolsa de la empresa de juegos y su posterior caída, resaltando la dinámica de los mercados financieros que “siguen resultando sorprendentes para los no especialistas con las técnicas más básicas de manipulación y concertación de la inversión”.

No se entiende muy bien que se pueda vender una acción que no se posee. De hecho, parece que hay algo antipático en tratar de hacer que algo que va bien deje de hacerlo y en este sentido darle su merecido a aquel que trata de favorecerse del mal ajeno debería ser digno de ser defendido. Pero, por otro lado, la posibilidad de poder vender sin poseer las acciones permite en muchos casos prevenir algunas burbujas y evitar un desajuste de los precios provocado por una falta de liquidez”, señala.

Bajo el punto de vista del presidente de Abante, ha sido un caso estudiado con detenimiento por inversores con un profundo conocimiento técnico de la operativa del mercado que, además, supieron captar a inversores a través de las redes sociales. “El relato con el que se acompañaron en las redes sociales para atraer a miles de inversores privados les permitió generar lo que en el argot se llama un “short squeeze” y, seguramente, este movimiento de fuertes alzas por la necesidad de cierre de los cortos les habrá generado grandes beneficios en las acciones que ya tendrían compradas y que, probablemente, aprovecharon para vender después de las fuertes subidas”.

Para terminar, recuerda el cambio de paradigma en los mercados financieros que, en multitud de ocasiones, han sido catalogados como ‘casinos’: “Hace años se hablaba de ‘jugar a la bolsa’ mucho más que de invertir dinero, pero ahora, una correcta utilización de los mercados financieros se ha convertido en algo absolutamente necesario para una parte muy importante de los ciudadanos de las sociedades occidentales“.

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