El BCE clarifica su mandato (y aleja el error político)

Santiago Satrústegui, presidente de Abante, escribe en su último artículo en El Confidencial sobre el cambio en la estrategia de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha establecido el objetivo de inflación en un 2% en el medio plazo -un compromiso “simétrico”- y considera indeseables las desviaciones negativas y positivas de su objetivo.

Así, dice que “en la práctica, lo que está reconociendo el Consejo de Gobierno del BCE es la gran dificultad que supone convivir con tipos negativos y la necesidad que existe en estos momentos de dejar que la inflación vuelva a aparecer, incluso asumiendo que esto puede implicar que pase un tiempo por encima del 2%”.

En este sentido, Satrústegui destaca que esta redefinición del mandato del BCE -que no había sido modificada desde 2003- “incluye la obligación de intentar crear inflación cuando la economía por sí misma sea incapaz de hacerlo”. Y añade que, “el mandato de defender el euro, como ya constató el expresidente del BCE, Mario Draghi, implica ‘hacer todo lo que sea posible’, y ahora necesitamos otras políticas”. El anticipo del BCE, escribe Satrústegui, ha despejado las dudas sobre cómo actuar ante la aceleración de la inflación y subraya que es muy buena noticia “alejar la posibilidad de error político por una interpretación demasiado rigurosa del mandato”.

El presidente de Abante comenta también la importancia de “mantener un buffer mínimo de inflación”, de esta manera evitaríamos volver a estar “constreñidos a futuro por el límite de las tasas negativas”. Así, explica que “la idea es que las fuerzas deflacionarias en el mundo y en Europa estarían haciendo disminuir la tasa de equilibrio de los tipos de interés situándola peligrosamente cerca del cero y esto limita la capacidad de actuación del BCE por las vías convencionales”.

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