Si te pasas es peor

Santiago Satrústegui, presidente de Abante hace análisis de la situación de incertidumbre y volatilidad que estamos viviendo en su último artículo en El Confidencial. Así, dice que, a pesar de la crisis, conviene tomar un poco de perspectiva y “antes de tratar de adivinar lo que va a pasar, definir el problema que tenemos que afrontar”.

¿Cuáles son los problemas a tratar? Satrústegui destaca que, incluso sin la guerra, “este año nos enfrentábamos ya al reto de tener que convivir con lecturas altas en las tasas de inflación que venían ya provocadas por la comparación con los meses más duros de la pandemia y por los cuellos de botella que se estaban generando en las cadenas de producción”.

Por otro lado, “los precios de la energía venían ya siendo presionados desde hace meses por el coste del petróleo y del gas”, detalla. Y subraya la importante dependencia que tenemos en Europa del crudo y del gas, “hay muchos países del continente, que son incapaces de  desvincularse de los canales de abastecimiento rusos a pesar de las circunstancias que la guerra está provocando”.

Aun así, y descontando la energía, la inflación sigue subiendo y “es el principal riesgo al que nos enfrentamos”, señala el presidente de Abante. Ante esta circunstancia, los bancos centrales han reaccionado: “Su medicina es la subida de las tasas de interés” una medida que “podría tener un efecto demoledor en la economía si nos llevara al estancamiento de la actividad”.

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