El auge del bitcoin: ¿oportunidad o burbuja?

Joaquín Casasús

Si hay un activo financiero que ha sido protagonista durante el año pasado, ha sido el bitcoin. La popularidad de esta criptomoneda comenzó a despuntar hace más de un año y, desde entonces, ha llenado las páginas de los periódicos económicos: desde su espectacular subida hasta sus múltiples caídas, con sus detractores y defensores y, también, con el amplio abanico de competidores que han ido saliendo al mercado como el ethereum, el ripple o el litecoin

Cada cierto tiempo -sobre todo al calor de nuevas oscilaciones en su cotización-, el bitcoin regresa a la primera plana de la actualidad económica, pero, ¿sabemos realmente qué es y cómo funciona? Estas fueron algunas de las cuestiones que trató Joaquín Casasús, director de Abante Asesores Gestión, durante las conferencias que se celebraron hace unos días en los auditorios de Abante en Madrid y Barcelona, y que versaron sobre la figura de las criptomonedas, ¿son una oportunidad o una burbuja?

El origen del bitcoin

A punto de cumplir una década, esta moneda digital descentralizada dio sus primeros pasos en el año 2009, de la mano de su creador, que responde al seudónimo de Satoshi Nakamoto, y bajo la idea de crear un nuevo medio de pago, que no dependiera de ninguna red central que pudiera coordinarlo. “Nació como un acto de libertad contra el sistema, con el espíritu de escapar del control del gobierno y en respuesta a la capacidad de los bancos centrales de imprimir dinero. También fue una forma de mostrar su desconfianza hacia los bancos y una crítica hacia las altas comisiones de los medios de pago tradicionales”, comentó Casasús al analizar el origen de esta popular moneda virtual.

BITCOIN

 

Si hay algo en lo que todos coincidimos es que internet ha revolucionado la información y la manera en la que nos comunicamos y eso es, precisamente, de lo que se valió Nakamoto a la hora de crear su moneda virtual. Quería que fuera una divisa con la que se pudiera transmitir propiedad a través de la red y esa idea, como recordó Casasús, ha pasado de ser “un papel en blanco a tener la mayor computación del mundo”.

Qué es y cómo funciona

“El bitcoin hay que verlo como un gran libro de registro de propiedad que permite hacer transacciones por internet sin ningún intermediario”, explicó el director de la gestora de Abante a los asistentes.

Así, el bitcoin se puede definir como un software de código abierto que permite intercambiar monedas digitales en una red entre pares descentralizada, que está impulsada por sus usuarios de una forma consensuada y sin que haya ninguna autoridad central o algún tipo de intermediario. Es decir, permite la transferencia de propiedad, sin duplicidades y a través de un sistema tremendamente ingenioso: se basa en la tecnología blockchain.

Al poner sobre la mesa lo que hay detrás del bitcoin, Casasús reiteró que la gracia de esta moneda digital radica en que las transacciones quedan registradas sin la necesidad de que nadie lo acredite, puesto que no hay más confianza que la de la propia red.

La tecnología que utilizan las criptomonedas está soportada a través del blockhain, que emplea bases de datos, distribuidas a través de nodos, que operan en una red descentralizada y que forman distintos bloques que están diseñados para evitar que se produzcan duplicidades y que se modifique una transacción, una vez que ya ha sido realizada. Así, cuando operas con bitcoins, lo que tienes en realidad es un cartera digital con un código que se puede escanear. Las transacciones se difunden por distintos nodos, que van captando la información y, cuando hay suficientes bloques, se produce la transferencia.

“Cada diez minutos se agrega un nuevo bloque a la cadena y, si quieres que tu transacción se efectúe antes, puedes pagar una cantidad extra. Además, cuando un minero añade un nuevo bloque a la cadena, se le recompensa con 12,5 bitcoins”, explicó Casasús. Sobre los pools de minería, comentó que los mineros suelen estar en los países donde la electricidad es más barata como China o India y aquí habló del riesgo potencial que entraña el bitcoin: “Si varios mineros se agrupan y cogen más del 50% de poder computación, pueden cambiar las reglas del bitcoin. Aunque, de momento y pese a muchos intentos, la red ha permanecido inhackeable”.

En cuanto a sus propiedades, Casasús explicó que el bitcoin es descentralizado, digital, divisible (cada bitcoin se puede dividir en cien millones de Satoshis), transmisible, irrevocable y deflacionario, y recordó que se diseñó para que nunca hubiera más de 21 millones en el mercado y que ya se han minado más de 16 millones.

El bitcoin en la actualidad

Desde su nacimiento hasta ahora, el bitcoin ha pasado por numerosas fases y su precio ha variado considerablemente. Durante el año pasado, esta criptodivisa registró una espectacular subida -llegó a apreciarse más de un 1.800%-, y marcó su máximo histórico el pasado 17 de diciembre, cuando tocó los 19.800 dólares, acaparando así toda la atención del mercado. Aunque, eso sí, esta sensación de euforia no duró mucho y el bitcoin comenzó 2018 perdiendo parte de lo que había ganado durante 2017, por lo que inició el nuevo año a la baja, dejándose un 60%, hasta tocar el umbral de los 5.900 dólares.

EVOLUCIÓN BITCOIN
La volatilidad de esta divisa digital no es de extrañar, ni es nada nuevo. Como recordó Casasús, ha caído muchas veces más de un 50% y “parte de su resilencia es que ha podido remontar”. Algo que ya ha quedado demostrado, pues tras la espiral bajista de comienzos de ejercicio, con la llegada de marzo consiguió recuperar cerca del 70% de su valor, desde los mínimos de febrero.

¿Qué está sucediendo entonces con el bitcoin? ¿Nos hallamos ante una oportunidad o ante una nueva burbuja? ¿Podemos equiparar el bitcoin con el dinero?

EVOLUCION BITCOIN APPLE

Casasús habló del comportamiento de las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos, como Apple, Tesla, Amazon, Facebook o Netflix, que están llevando al Nasdaq a marcar nuevos máximos históricos, y lo comparó con la evolución de esta criptodivisa.

Por último, explicó que para hacer una valoración de lo que es el bitcoin, hay que entender primero que no tiene valor intrínseco y, como tal, no se podría valorar como una moneda, porque no tiene tipo de interés, ni como un activo financiero, puesto que no genera flujos. Así, explicó que puede entenderse como parte de una cartera y que, además, hoy por hoy su función es más especulativa, por lo que será difícil que sustituya a los actuales medios de pago.