Mandar a tus hijos a estudiar a EEUU como parte de tus objetivos vitales y financieros

La educación de los hijos es un aspecto cada vez más importante para las familias y en un entorno laboral cada vez más exigente las experiencias en el extranjero aportan un valor añadido al currículo de los jóvenes. Nuestros clientes nos han  manifestado en numerosas ocasiones su interés por buscar la mejor alternativa para conseguirlo y, como en el resto de los objetivos vitales y familiares que nos planteamos, el logro viene de la mano de una correcta planificación.

Una de las opciones que muchos se plantean es Estados Unidos. Su sistema universitario ofrece diversas oportunidades para acceder al centro de estudios ideal para cada caso. En Abante llevamos más de 12 años ayudando a nuestros clientes a definir sus objetivos personales y patrimoniales y a trazar el plan financiero para conseguirlos. Y como parte de este interés por ayudar a nuestros clientes, esta semana hemos organizado en nuestro auditorio una charla con Gonzalo Corrales, extenista español y fundador y CEO de AGM Sport, un proyecto profesional que se dedica, precisamente, a preparar para acceder a estudios universitarios en Estados Unidos.

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En EEUU hay más de 4.000 universidades, decenas de posibilidades académicas y existen soluciones asequibles para presupuestos variados, desde 15.000 hasta 65.000 dólares anuales; además,  podemos recurrir a becas y ayudas. En este sentido, Corrales destacó durante su intervención: “Si tenéis una niña deportista española, metedle caña, porque es brutal las oportunidades que existen”.

Planificar con tiempo

Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta son los requisitos de acceso: tener el bachillerato aprobado, buen resultado en el TOEFL, buena calificación en las pruebas de SAT, superar el proceso de admisión y concesión de becas de las universidades, obtener el visado de estudiante y disponer de los recursos financieros suficientes.

Como explicó Gonzalo Corrales, “en la admisión en las universidades americanas, no solo miran los resultados académicos, sino que es un proceso olístico, por eso miran también lo que tú vas a aportar a la universidad. Tienen en cuenta las cosas que has hecho al margen de lo académico, como, por ejemplo, los voluntariados”.

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Es imprescindible obtener una buena calificación en el SAT, el examen requerido por las universidades en el proceso de admisión. Corrales recomendó prepararlo con tiempo: “Dado que es una prueba difícil es posible que haya que presentarse varias veces”. El proceso en su conjunto es largo y complejo, por eso, es recomendable empezar a prepararlo pronto, “desde tercero o cuarto de la ESO” y, también, dejarse asesorar por profesionales para tener éxito.

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