Propósito de año nuevo: tener la mejor cartera de inversión

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10/01/2024

Ir al gimnasio, empezar ese curso que siempre has querido, mudarte, hacer la reforma que necesita tu vivienda, ahorrar para el colegio de tus hijos o invertir para cuando te jubiles o para que puedas hacer eso que siempre has soñado… Con el inicio del año nuevo siempre nos ponemos a pensar en todas las cosas que nos gustaría que pasarán, en nuestros propósitos.

Es más, durante los primeros meses del año más de la mitad de las personas consideran que serían capaces de cumplir sus propósitos, pero al final del año, solo el 12% han tenido éxito con esta tarea, explica el profesor en psicología, Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire.

Una de las claves para conseguirlos es tener claro cuál es nuestra meta, nuestro objetivo. Otra: comprometernos con él. Los resultados de Wiseman están en línea con las conclusiones de un estudio sobre el establecimiento de objetivos y el desempeño de tareas publicado en el boletín de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, en inglés), en el que se pone de manifiesto que el fracaso en la consecución de los objetivos del nuevo año pasa porque se plantean de forma vaga, sin organización, planificación, ni plazo.

La pregunta no es en qué, sino para qué

Cuando pensamos en nuestras inversiones muchas personas se quedan únicamente en la parte numérica, pero tener claro nuestros objetivos es básico para tener éxito con nuestro plan. Nuestras inversiones siempre deben responder a nuestros objetivos vitales y personales: ¿para qué queremos acudir al mercado financiero?

Las personas somos seres emocionales y las emociones son, casi siempre, malas consejeras y nos pueden llevar a tomar decisiones precipitadas que comprometen nuestros objetivos. “Las personas que no pueden controlar sus emociones no son aptas para obtener beneficios mediante la inversión”, decía el inversor inglés Benjamin Graham.

¿Cómo consigo tener una buena cartera de inversión? “Cualquier estrategia de inversión debe partir de una reflexión en la que se establezca el para qué estamos invirtiendo”, explica Marta Rodríguez, socia y directora comercial de Abante. Es decir, hacer una planificación financiera que nos ayude a contextualizar: cuáles son mis objetivos, cuál es mi nivel de gasto, de ahorro e inversión y, por tanto, qué rentabilidad necesito yo para cumplir esos objetivos.

Una estrategia que necesita una correcta distribución de activos, equilibrada en función de lo que necesite cada uno: inversiones alternativas en activos no cotizados, como private equity; inversión en inmobiliario, como fondos especializados en este sector o socimis; renta fija, renta variable o divisas, por ejemplo.

Un análisis profesional, de la mano de un asesor financiero, de tus circunstancias y objetivos, te ayudará a construir y gestionar tu cartera de la mejor forma y más eficiente posible.

A pesar de que nadie tenga la bola de cristal y el futuro sobre lo que va a suceder en el mercado sea siempre incierto, contar con este asesoramiento financiero especializado nos ayudará a seleccionar las soluciones que mejor se adapten a nuestra situación y metas.

¿Cómo? A través de carteras globales y diversificadas y a enfrentarnos a momentos de alta volatilidad e incertidumbre, sin perder el foco, y priorizando lo que de verdad nos importa. Ocuparnos en lugar de preocuparnos.